
Julen Etxabeguren, el ingeniero reconvertido en central

Julen Etxabeguren sentado en una de las gradas del Stadium Gal. / Fuente: Andrea Manzano
Julen Etxabeguren, nacido en Madrid, pero ha crecido en la ciudad guipuzcoana de San Sebastián. Etxabeguren comenzó su andadura como futbolista en el Antiguoko KE y no tardó en dar el salto a las categorías inferiores de la Real Sociedad, como hicieron otros como Imanol Aguirretxe o Xabi Alonso. El joven central compaginaba el fútbol con los estudios. “Mis padres siempre me han inculcado que es muy importante tener estudios y que el fútbol está muy bien, pero te puede cambiar de un día para otro”, explica Etxabeguren. El donostiarra asegura que cualquier pequeña lesión o una grave puede retirarte del fútbol.
Cuando comenzó su andadura en el filial de la Real Sociedad, ya estaba sumergido en su carrera universitaria. Etxabeguren estudiaba Ingeniería Electrónica Industrial en la Universidad de Navarra. Se guió por las asignaturas que le gustaban en bachiller y por ello eligió Ingeniería. “Siempre me han gustado los números más que las letras”, asegura Etxabeguren. Tras finalizar el grado universitario, su nivel futbolístico en el filial txuri-urdin seguía en aumento. Comenzó a estudiar un Máster de Sistemas Embidos en la Universidad de Mondragón.

Julen Etxabeguren con el filial de la Real Sociedad.
Fuente: Real Sociedad
Con los estudios encarrilados, Etxabeguren comenzaba a ser un jugador que despuntaba en el filial y empezó a entrar en la dinámica del primer equipo de la mano de Jagoba Arrasate. Sin embargo, se cumplieron los peores presagios para el central. Tal y como cuenta en una entrevista para Marcadorint, que al finalizar la temporada 12/13, en el filial, le pisaron la rodilla y se le desprendió un trozo de cartílago. Pensaron que se recuperaría pero no fue así y tuvo que forzar para poder alcanzar su objetivo. Etxabeguren asegura en la entrevista para el medio, que cada entrenamiento era un suplicio y acababa los partidos con la rodilla hinchada. Era la primera lesión que le mantenía un largo periodo fuera de los terrenos de juego. “Cuando ves tan cerca o ves la oportunidad, que te pasen este tipo de cosas duelen. Sin embargo, es parte del fútbol”, expresa Etxabeguren con tristeza. Además, aquella campaña, la 13/14, el central había conseguido colarse dentro de la lista de la Champions League.

Julen Etxabeguren disputando un partido con el filial de la Real Sociedad. / Fuente: Real Sociedad
Fue una lesión que marcó la carrera futbolística de Julen Etxabeguren. “Supuso un punto de inflexión personalmente, más que futbolísticamente”, dice el donostiarra. En aquel momento la Real Sociedad le ofreció la renovación, pero Etxabeguren declinó el ofrecimiento. Realizó unas pruebas en la liga belga, pero terminó marchando a Escocia. Etxabeguren cuenta que fue el momento donde decidió que tenía que cambiar un poco su vida, necesitaba otras experiencias e irse fuera. De esta manera, el central emprendió un nuevo camino. “Tuve la oportunidad de irme a Escocia a estudiar y terminar el máster”, desgrana Etxabeguren.
El donostiarra llegó a Methil, una ciudad con encanto, para estudiar el Master Intership en Purelifi. “Creo que me adapté y me mentalicé bien de lo que realmente había ido a hacer a Escocia, que era terminar el máster”, asegura Etxabeguren. El central estaba acostumbrado a entrenar todos los días y allí debía acostumbrarse a una rutina sin fútbol diario. Etxabeguren explica que cuando vienes de entrenarte de manera profesional en club como la Real Sociedad, seguía con esa mentalidad, inconscientemente, de que debía de hacer algo cada día.

Julen Etxabeguren en uno de los paisajes de Methil (Escocia). / Fuente: Julen Etxabeguren
Durante su etapa estudiando el máster, apareció un equipo de cuarta división escocesa – League Two –, el East Fife FC de Methil. Aquel año el conjunto de Etxabeguren se coló en la promoción de ascenso a League One, tercera división. Mientras tanto realizaba un proyecto, como responsable de software, denominado lifi.com. Se trata de un diseño que consta de conseguir tener red Wifi a partir de la luz de nuestras casas. Tras un tiempo alejado del foco del fútbol profesional, se le presentó la oportunidad de volver a competir al máximo nivel y según Etxabeguren era una oferta irrechazable. Fichó por el Dundee FC, equipo de la primera división escocesa, por tres temporadas. “Disfruté un montón porque reunía todo los requisitos que quería, estar en otro país, jugar en una liga competitiva y un fútbol muy diferente”, concluyó Etxabeguren.
El de Donosti pasó a dedicarse por completo al fútbol, ya que como explica: “A no ser que sean algunas prácticas era difícil encontrar algo”. Etxabeguren concreta que envió su curriculum para hacer algo por la tarde y así no perder el hilo de los estudios pero era complicado. En su penúltima temporada como jugador del Dundee FC, el central se rompió el tendón de Aquiles a principios de marzo de 2017 y estuvo seis meses fuera de los campos de fútbol. Finalmente, terminó su contrato la temporada siguiente, 17/18, en el Dundee FC y volvió a casa. “Principalmente porque mi último año en Escocia fue duro. A penas jugué y venía de una lesión muy grave”, cuenta Etxabeguren.

Julen Etxabeguren disputando un partido con la camiseta del Dundee FC. / Fuente: SNS Group

Julen Etxabeguren en el momento de la lesión del tendón de Aquiles con el Dundee FC. / Fuente: The Dark Blues
El central comenzó a entrenar con el Real Unión durante el verano para no perder la forma, como también hizo Estrada en su momento. Etxabeguren cuenta: “Ya se me dio la oportunidad de venir en enero al Real Unión, entonces decidí que lo mejor era terminar mi contrato y sabía que se terminaba mi etapa en Escocia”. Estuvo todo el verano entrenando con el conjunto txuribeltz, pero no se decidió hasta el 24 de agosto (última semana del mercado de verano). “El Real Unión, al final, me ofreció estar en casa, poder disfrutar de un buen equipo y una liga competitiva. Sobre todo, en ese momento necesitaba estar cerca de mi familia, en casa”, explica Etxabeguren. No obstante, asegura que si le hubiera salido algo en el extranjero, “seguramente me habría ido”.
Solamente estuvo una temporada, la 18/19, vistiendo la camiseta del Real Unión. Fue una campaña complicada para el equipo irundarra, ya que rozaron la promoción de descenso. Para Etxabeguren, sin embargo, supuso un cambio para su vida profesional. En febrero de 2019, el central empezó a trabajar en la empresa Teknikeer como ingeniero. Se trata de un centro de investigación situado en Eibar y en la empresa le permitieron terminar su contrato con el Real Unión. “Estaba trabajando a media jornada, yendo por las tardes a trabajar. Cuando terminé el contrato en el Real Unión, en la empresa me propusieron seguir al 100%. Fue un cambio de vida”, desgrana Etxabeguren.

Julen Etxabeguren jugando un partido con el Real Unión. / Fuente: Andrea Manzano
Por tanto tuvo que abandonar el Real Unión, pero no así el fútbol. En la temporada 19/20, Etxabeguren fichó por el Beasain KE, equipo de Tercera División. “Al final lo haces porque te gusta y le dedico tanto tiempo porque, en el fondo, es mi pasión”, confiesa Etxabeguren. El central explica que sale pronto de casa y no le merece la pena volver de Eibar a Donosti, por lo que se va directo a Beasain. Etxabeguren cuenta: “Saldré sobre las siete y cuarto de la mañana de casa y llegaré a las diez de la noche. Lo haces porque te gusta, sino es imposible hacerlo”. Asegura que le aporta muchas cosas, ya que sueltas adrenalina y gastas energía. “Todo ello me hace trabajar mejor”, concluye Etxabeguren.